James Bond
JAMES Bond, es uno de esos juegos de rol 'malditos' publicados en España a principios de los años 90 cuando las ventas sonreían a JOC Internacional y la afición al rol crecía, sin que nadie supiera donde estaría el techo de ese crecimiento. Años después descubrimos que en realidad el techo no estaba muy alto y que el rol sería una afición minoritaria por los siglos de los siglos...
Pero por aquel entonces, parecía una buena idea o al menos una propuesta interesante y novedosa. James Bond, con licencia de la compañía americana Victory Games y basado en las novelas de Ian Fleming debió de llamar la atención de más de un aficionado a las novelas o las película basadas en las mismas. Y es que yo siempre he visto con cariño las películas del famoso 007, (las protagonizadas por Sean Connery, las restantes me resultan bastante insoportables).
Así que me hice con un ejemplar a un precio asequible para la época, pese a la horrenda portada y la más horrenda aun contraportada. Me atrevería a decir que se trataba de uno de los más espantosos diseños para la portada de un juego de rol jamas publicados en España.
Con el manual te regalaban un juego completo de dados de rol, al menos en la tienda en donde lo compré yo. A la vista de los precios que han alcanzado los dados roleros en los ultimos tiempos, tengo que decir que ya solo por los dados, creo que hice un buen negocio.
En cuanto al juego en si, decir que no pasé de unas pocas partidas, para luego ocupar un sitio en la estantería durante más de una década. Recuerdo que el sistema de juego no estaba tan mal. Era sencillo, rápido de resolver y con algunas aportaciones originales a las reglas. Se podía utilizar un proceso de seducción, resistirse a la tortura, protagonizar persecuciones en coche y jugar en el casino a varios juegos diferentes.
Diseñar una historia de espionaje internacional, con malvados traficantes, terroristas o agentes malvados, es una posibilidad que a menudo me ha resultado tentadora, especialmente después de haber visto una película del género que me haya gustado especialmente. Pero convertir esa historia en partida de rol ya es harina de otro costal y una tarea que si fuera emprendida por mi, estaría condenada al fracaso de antemano.
Al menos, eso es lo que he pensado siempre... Y es que puestos a hacer el esfuerzo de preparar una partida de rol, hay montones de juegos que me suelen apetecer más y que intuyo que a la inmensa mayoría de jugadores también les apetecerán más.
Siendo así, diría que a mi manual de James Bond le aguarda otra década en la estantería...